Hay demasiados candidatos Hacia la Asamblea Constituyente, acaso ¿todos quieren participar? ¿algunos querrán su “tajada”? porque me imagino, que cada persona se preparó previamente, por lo menos conociendo las constitución actual, instruyéndose sobre bases políticas y democráticas, comparando modelos de países que han implementado ya dicha asamblea con sus respectivos resultados y preparándose esencialmente con sus respectivos miembros de partido, para de verdad promulgar leyes que sirvan al Ecuador, que sirvan al ciudadano común y que no debatan y debatan por días y semanas, alargando su tiempo y a la vez perdiéndolo, además de malgastar el dinero del pueblo, porque ellos, no se olviden, ganarán un sueldo por ser asambleistas.
Es que resulta increíble que la mayoría de los candidatos que son entrevistados en diferentes medios de comunicación, no tienen ni la mas mínima idea de lo que es una asamblea, viven todavía con fantasmas de viejos políticos, de dinosaurios políticos que ya tuvieron su oportunidad y que solo se llevaron su beneficio personal y al país no dejaron ninguna huella positiva.
Personas que dicen: “somos profesionales, médicos, ingenieros, doctores, abogados, tenemos gran trayectoria, claro, no conocemos mucho de leyes, pero somos profesionales que queremos servir al país”. Me pregunto: ¿Ser profesional basta para servir al país?
Dentro de esta gracia se encuentra el conocimiento, la ética y al moral de cada persona al servicio de las demás. El don de servicio es lo más importante, puedo ser un excelente medico o ingeniero graduado en la mejor universidad del mundo, pero no hago nada, si no pienso primero en el hermano prójimo, en el próximo, en el más necesitado.
Por lo pronto solo queda esperar.....todos los ecuatorianos debemos meditar bien.
NO VOTEMOS EN PLANCHA, NO VOTEMOS NULO, NO VOTEMOS POR LOS VIEJOS POLITICOS O POR LOS PARTIDOS DE SIEMPRE, NO VOTEMOS POR LOS QUE TIENEN UNA CARA BONITA O NOS PARECEN MEJORES, analicemos a cada candidato, tomémonos un tiempo para analizar el futuro de nuestro país, el futuro de nuestros hijos, el futuro de nuestra democracia.
El Navegante