Hoy, mientras escucho al mismo tiempo, la cadena protagonizada por los llamados "medios privados e independientes" y los llamados "medios públicos", puedo interpretar que existe una guerra constante en un país tan pequeño como es Ecuador. Mi país, que necesita tener a su gente unida y no polarizada tanto por las ideologías recalcitrantes de cada lado: o estás conmigo o estás contra de mí; blanco o negro, privado o público, pelucón o no pelucón, disentimiento o beneplácito, calor o frío, sueldo gratificante o sueldo con las justas.
¿Por qué de lado y lado nos golpeamos el pecho? ¿Quién tiene la verdad? ¿A dónde queremos llegar? ¿Vamos a llegar a algún lado con un país dividido? ¿Somos borregos de lado y lado? ¿Qué quieren conseguir los medios privados y qué quieren conseguir los medios públicos?
Son preguntas que cada ciudadano, debe contestar. Lastimosamente la lucha por mantener el poder, hace de cada gobierno una interesante carrera por desprestigiar al gobierno anterior o a los anteriores, porque cuando estamos en el poder nos damos cuenta de nuestra magnificencia y todo lo demás no existe o no existió.
Hay que dar paso a nuestra memoria histórica. Pero no para evocar a grandes y viejos luchadores que ha tenido el país con sus luchas de época y contra la tiranía de aquel entonces. Se supone que los gobiernos nuevos hacen cosas nuevas y no se estancan en un pasado, que para muchos ecuatorianos está en el olvido (por eso hay que dar el paso a nuestra memoria histórica).
Tampoco es una monarquía para dividir y reinar. Porque ese síndrome de los reyes, pasó con la sublevación y rebelión de los pueblos hace mas de 200 años en toda Latinoamérica. ¿Estamos en el 2011? Creo que es necesario dar el paso a nuevas formas de gobernar y no de dividir mas a la población.
Es necesario que el ciudadano común encuentre la forma de no dejarse llevar por los gobernantes de turno, que encuentre, una "fórmula maravillosa" o alguna "nueva ecuación" que defina lo que en realidad son los gobernantes: personas designadas para proteger la voluntad del pueblo a nivel legislativo, jurídico y judicial.
Más no, para colocar ideologías sectarias o religionarias, que mucho daño han hecho a la humanidad.
De esta manera, volviendo a la "guerra de cadenas" por defender el diverso punto de vista de la "libertad de expresión", -término que de paso se ha prostituido- es necesario discernir a los buenos medios de comunicación, que lastimosamente en el país no existen.
Ni siquiera existe una buena programación: muestras de violencia en cada película proyectada, las mismas series televisivas de los años ochenta, las novelas de la mafia, los noticieros de crónica roja, los espacios faranduleros que llenan gran parte de la franja de programación, las pequeñas muestras de poder de los periodistas y gente que se coloca frente a una cámara de televisión y que dicen y hacen lo que les da la gana, comentarios sin sentido de algunos periodistas deportivos, que si no fueran por las imágenes que apreciamos, nos comemos lo que nos dicen.
En fin, como ciudadano, espero que esta "guerra" por polarizar el país termine, para llegar y buscar acuerdos para el beneficio de la sociedad ecuatoriana. Debemos apelar a nuestra memoria histórica para no volver a cometer los mismos errores y obtener las mejores soluciones para los problemas de un país pequeño, pero diverso y hermoso.